jueves, 7 de noviembre de 2013

Champú de la india




Para los indios "Kesha" significa cabello, y "sãbuna" jabón, que es lo que os presentamos aquí, un jabón natural para el cabello.

Es nuestro primer champú, así que le hemos puesto mucho empeño. Lo que más destaca de su composición es el polvo shikakai, traído de la india por una querida amiga. Este polvo se extrae de las bayas de la acacia concina, y su nombre significa "fruto para el cabello". Es utilizado desde la antigüedad por las mujeres indias para limpiar el cabello, ya que es rico en saponinas. Además de higienizar el cuero cabelludo suaviza, fortalece y aporta brillo a la fibra capilar. Pero no sólo eso, y esque esta planta lo tiene todo, además previene la aparición de canas y la caida del cabello, elimina toxinas del cuero cabelludo y regula la secreción de grasa, tiene propiedades acondicionadoras y es antiséptico y antiinflamatorio. Podríamos utilizarlo directamente como champú, pero requiere un preparado previo con agua y un reposado de unos 10 minutos, así que incluyéndolo en el jabón se nos hace más cómodo, y más espumoso.


Además este jabón está enriquecido con infusión de ortiga, romero, salvia, tomillo y cola de caballo, yerbas más que recomendadas para cuidar nuestra querida melena (también las incluimos en el preparado de agua y vinagre que utilizamos como acondicionador, más adelante explicamos cómo).
Los aceites que lo componen son aceite de oliva, coco, karité, cacao, aguacate y en gran cantidad ricino, aceite más que imprescindible para hacer champús. Además de aportar una espuma abundante y espesa fortalece y da brillo al cabello. 

Huele a geranio, salvia, limón, romero y sándalo, que además de aportar un aroma fresco cuidan nuestro cabello regulando la secreción de seborrea y la aparición de caspa.

Este jabón tiene un sobreengrasado de un 5% porque es para cabellos normales. Para cabellos secos se recomienda hasta un 8 y para grasos de 0 a 2, pero por supuesto ¡cada cabeza es un mundo!

Preparado acondicionador:

Todo el mundo te mira con cara rara cuando les dices que no utilizas champús comerciales, que te lavas el pelo con jabón (del bueno). Pero ya cuando les comentas que utilizas vinagre para acondicionarlo se parten de risa (o te miran aún peor). Eso sí, cuando comprueban que tu pelo está suave, con mucho brillo y sin rastro de olor a vinagre te piden la fórmula.

Pues aquí la teneis, es bien sencilla:

3 partes de agua (infusión con las yerbas anteriores)
1 parte de vinagre de manzana
Unas gotas de aceite esencial al gusto 


Todo juntito en un spray y ya tienes acondicionador para rato. Se pulveriza el cabello una vez aclarado el jabón y se da un ligero masaje para extenderlo por todo el pelo. Se enjuaga y listo, melena al viento.

Cuando empiezas a utilizar jabón natural tu pelo al principio se revela, y puede parecer seco, sin brillo o incluso sucio. Lo que está haciendo es liberar toxinas. Pero este proceso no dura mucho (la propia experiencia no han sido ni tres lavados). El vinagre es el encargado de que tu pelo quede suave y brillante durante este proceso, pero después de esta transición sigue siendo necesario, para equilibrar el ph del cuero cabelludo. 

Pásate al champú natural, te vas a sorprender.

Esta es la prueba del champú, y no podía haber salido mejor! Hace bastante espuma, huele muy bien, aunque no perdura mucho tiempo el olor, limpia y aunque, como pasa con todos los jabones naturales, al aclarar el pelo queda un poco "duro" el acondicionado con vinagre hace que el pelo quede perfecto, abajo tenéis la prueba: sedoso, con volumen y brillante. Más que contentas estamos con nuestro nuevo champú diario :)








lunes, 4 de noviembre de 2013

Jabón crema de arroz con leche



Esto más que un jabón parece una receta de cocina. Entre sus ingredientes lleva leche de arroz, canela, harina de arroz y leche de coco. 

Con un alto porcentaje de mantecas duras (cacao, coco, karité, babasu) y una buena combinación de aceites hidratantes con todas sus propiedades ( oliva, ricino, almendras, aguacate, sésamo y arroz) este jabón está pensado para cuidar y mimar la piel a base de bien.

Huele a pastel, aún no sabemos como lo hemos conseguido, pero tiene un olor dulzón que dan ganas de llevárselo a la boca. Contiene bergamota, ylang ylang, hinojo, litsea cubeba y naranja dulce. Un jabón para los más golosos vaya.




Jabón-crema de anís



Buscábamos un jabón suave y aromático para las duchas de invierno. Así que buscando la inspiración en nuestro cajón de flores y hierbas encontramos el anís estrellado, y se nos encendió la bombilla :)

El anís estrellado no debe confundirse con el anís común (Illicium verum). Provienen de sitios diferentes y sus propiedades son distintas. El anís estrellado es chino, y principalmente lo que nos atrajo de él es su apariencia, aunque también tiene propiedades medicinales interesantes (es tonificante, antiespadómico, carminativo, antiséptico...).

La combinación de mantecas y aceites la teníamos clara. Como está pensado como un jabón para la ducha y queremos que sea muuuuy hidratante y prácticamente se derrita al contacto con el agua, utilizamos la técnica del jabón batido una vez más. Contiene mantecas de karité y babasú y aceites de oliva, coco, almendras, arroz, ricino, aguacate y sésamo.

La espuma que se genera es suave, cremosa y duradera. Y el aroma anisado del aceite esencial de hinojo (muy parecido al del anís) hace que sea un jabón perfecto para los largos días de invierno, ya que posee la capacidad de activarnos y animarnos.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Desmaquillante bifásico para ojos


Un desmaquillante bifásico es aquel que contiene una fase acuosa y otra oleosa. Esto hace que sea excelente para retirar todo tipo de maquillaje, incluyendo el waterproof, ya que un maquillaje graso no se puede retirar con agua, pero sí con aceite.

Por sus ingredientes pensado para usarlo sobre todo como desmaquillante de ojos, pero puede utilizarse en todo el rostro.

La fase acuosa contiene infusión en agua destilada de eufrasia, manzanilla y caléndula
La eufrasia es la planta reparadora de los ojos por excelencia. Se utiliza desde la Edad Media para refrescar e iluminar la mirada. Hoy en día se utiliza en multitud de desmaquillantes de ojos ya que reduce la inflamación ocular y las ojeras, araca los focos infecciosos provocados por virus o bacterias.

La manzanilla y la caléndula cuidan nuestros párpados y alijeran las posibles ojeras gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antisépticas.

La fase oleosa contiene aceite de ricino, aceite de almendras y glicerina.

El aceite de ricino es ideal para desmaquillar los ojos por su textura, que arrastra todo tipo de restos de maquillaje, y por la capacidad que tiene de suavizar y dar brillo y cuerpo a las pestañas. Además estimula los capilares situados debajo de los ojos mejorando la circulación y disminuyendo la formación de ojeras. El aceite de almendras y la glicerina ayudan a eliminar el maquillaje de la piel hidratando además nuestros párpados sin dejar sensación grasa alguna.


Utilizarlo es muy sencillo:

1. Agitar hasta que las dos fases se mezclen 
2. Echar la mezcla en un algodoncito o bastoncillo (hasta llenar toda la superficie)
3. Posar sobre el ojo y presionar durante un ratito.
4. Arrastrar suavemente el algodón y ¡listo!

Si han quedado restos repetir todas las veces que haga falta (que no serán más de dos)

Desmaquillarse nunca ha sido tán fácil, ¡comprobado!






martes, 15 de octubre de 2013

Regalando cuidados



Regalamos calidad, calidez, cuidado, naturaleza, sencillez, cariño, hidratación, propiedades medicinales, olores que trasladan, productos que nutren el cuerpo y el alma. Porque lo hecho a mano lleva todas estas cosas implicitas, y muchas más.

¿Y tú, que regalas?



Corazones para dos




Éstos corazones son la mejor opción para disfrutar de un masaje en pareja.

Están compuestos por cera de abejas, manteca de karité, manteca de cacao, aceite de almendras, aceite de jojoba y aceites esenciales de ylang ylang y naranja dulce, o geranio, rosa y bergamota. Además están enriquecidos con clavo, jengibre y canela que ayudan a que estas barritas de masaje sean tu mejor aliado para conquistar a tu acompañante.

¡Un deleite para los sentidos! Se derriten al contacto con la piel y desprenden un aroma dulce, profundo y estimulante. Además hidratan y nutren la piel, ¿se puede pedir mas?

Besos dulces




Tener los labios hidratados es pan comido con estos bálsamos que os traemos. Están pensados para el frío invierno que tanto los daña y agrieta y para dar rienda suelta a miles y miles de besos dulces.

Su composición es sencilla: manteca de karité, manteca de cacao, aceite de ricino, miel y aromas alimentarios de piña, chocolate o caramelo.

Son reparadores, la manteca de karité se encarga de ello, hidratantes, nutritivos y además huelen de vicio. Querrás comértelos :)






miércoles, 18 de septiembre de 2013

Bálsamo del peregrino: compañero de viaje


Pensando en nuestros queridos pies y en la tralla que les vamos a dar en  unos días en el Camino de Santiago, hemos formulado nuestro propio "ungüento del peregrino". Este ungüento no es una invención nuestra ni mucho menos, ahora mismo se comercializa bajo el nombre de "unguento tradicional" y muchos de los que lo han probado dicen que va de  maravilla. Pero si observamos su composición vemos que entre sus ingredientes aparece el petrolatum o el BHT. Así que como nos va lo natural y más si es realizado por nosotras hemos hecho nuestra propia versión:



Nuestro bálsamo, a parte de mucho mimo y dedicación, contiene árnica, romero, tepezcohuite, caléndula y lavanda macerados en aceite de pepita de uva y aceite de oliva, manteca de karité, alcanfor y mentol y aceites esenciales de eucalipto, menta, árbol de té y romero.

Es un bálsamo pensado para largas caminatas, piernas y pies hinchados, cansados, doloridos y necesitados de cariño. El alcanfor, el mentol y los aceites esenciales de menta y eucalipto hacen de él un bálsamo refrescante y descongestionante que ayuda a aliviar los dolores musculares y a mejorar la circulación. La árnica y el romero ayudan también a aliviar el dolor y en contusiones y esguinces, así como en infecciones. La corteza de tepezcohuite y el arbol de té hacen que sea un potente antibacteriano y antiinflamatorio. Y la calendula es una planta que no puede faltar en ningún bálsamo, pues es la mejor aliada de la piel aliviando todo tipo de irritaciones. Los aceites, el karité y la cera de abejas utilizados ayudan a lubricar, regenerar e hidratar la piel para evitar la aparición de ampollas y rozaduras.

Por tanto tenemos un bálsamo refrescante, desinfectante, lubricante, anestésico, curativo y con una textura sedosa y de rápida absorción. Ya os contaremos a nuestra vuelta como nos ha resultado :)

Realizarlo es muy sencillo. Aquí explicamos cómo se hace un unguento. lo único que varía en este caso es el porcentaje de cera de abejas, que lo hemos reducido a un 5% para que sea más fluido.

Indicaciones:

- Debe aplicarse antes y después de las caminatas.

- Hay que lavarse las manos después de utilizarlo y evitar el contacto con ojos y mucosas.

- No se debe utilizar sobre heridas abiertas, ya que el alcanfor puede irritarlas.

- Debe mantenerse alejado de los niños, ya que el alcanfor ingerido puede resultar tóxico, aunque en esta fórmula solo se ha usado en un 3%, es muy improbable.

- Debe evitarse su uso sistemático durante un tiempo prolongado. No es una crema para todos los días, se trata de un bálsamo para un uso específico.

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