viernes, 5 de julio de 2013

Jabón-crema de arroz

Pues sí, el jabón batido nos ha conquistado. Suave, cremoso, emoliente, hidratante...una maravilla. Así que hemos repetido, pero esta vez de arroz.


El arroz es originario del Asia tropical y se cultiva desde el año 7000 a.C en china. Aquí en España lo introdujeron los árabes y nosotras lo hemos introducido en nuestro jabón utilizando su agua, su aceite, su leche y su harina.

En la antigüedad era muy usado en la elaboración de productos cosméticos. Se realizaban ungüentos con salvado de arroz, y se lavaban la cara con agua de la cocción del arroz con el fin de mantener una piel suave y blanca. En la actualidad se emplea para hidratar y nutrir la piel, ya que el arroz tiene la propiedad de formar una barrera protectora que retiene el agua evitando la deshidratación. Las proteinas del arroz tienen un efecto nutritivo, regenerante, revitalizante y protector.


El aceite de arroz es rico en vitamina E y neutraliza los radicales libres evitando el envejecimiento cutáneo. Además ayuda a frenar la producción de melanina, impidiendo el paso de los rayos ultravioleta. La harina de arroz suaviza y regenera. El agua y la leche de arroz, calma, suaviza, nutre y refresca las pieles más sensibles, como la de los niños. 

Además, al ser un jabón batido con un 80% de mantecas (aceite de babasú, aceite de coco, manteca de karité) es extremadamente suave e hidratante. Además los aceites de arroz, almendras, aguacate, ricino, oliva y sésamo le aportan emoliencia, nutrición, hidratación e infinitas propiedades.

Además contiene espirulina (responsable del tono verde) que aporta hidratación y capacidad regenerativa a nuestra piel. 

Por lo tanto es un jabón ideal para pieles blancas, secas, sensibles y delicadas. Y como todos los jabones batidos es perfecto para la ducha.

Fuentes:






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